Existe una una definición oficial de Empresa Familiar aprobada en 2008 por las dos principales instituciones internacionales representantes de la misma, el Grupo Europeo de Empresas Familiares (GEEF) y el Family Business Network13 (FBN). Según ellos, un empres familiar es:
“Una compañía, tenga el tamaño que tenga, es Empresa Familiar si:
1. La mayoría de los votos son propiedad de la persona o personas de la familia que fundó la compañía; o, son propiedad de la persona que tiene o ha adquirido el capital social de la empresa; o son propiedad de sus esposas, padres, hijo(s) o herederos directos del hijo(s).
2. La mayoría de los votos de la Junta de Accionistas puede ser directa o indirecta, con titularidad propia o a través de otras empresas cuyos propietarios sean familiares.
3. Al menos un representante de la familia o pariente participa en la gestión o gobierno de la compañía.
4. A las compañías cotizadas se les aplica la definición de Empresa Familiar si la persona que fundó o adquirió la compañía (su capital social), o sus familiares o descendientes poseen el 25% de los derechos de voto a los que da derecho el capital social. Este punto se refiere a empresas en las que la familia no cuenta con la mayoría de los votos pero que, a través de su participación accionarial, puede ejercer influencia decisiva.
Este tipo de empresas tienen un gran peso en la economía de un país. En España, por ejemplo representan el 75% del empleo privado, y entorno al 70% del PIB.
En el vídeo de Emilio Duró, decía que si nos preguntamos si nuestro negocio va a fracasar, que la respuesta es sí, seguro que va a fracasar, lo que no sabemos es cuándo. Supongo que a todos os importa mucho la duración de vuestros negocios, en los que la prolongación y continuación tienen un papel notable unido al concepto de legado.
De todo esto se habla mucho, pero ¿es verdad que las empresas familiares suelen ser menos longevas que las no familiares?
La mayoría de los problemas de este tipo de empresas tienen que ver con el relevo de las generaciones. Quizá hayáis oído el dicho ese de que "el abuelo funda la empresa, el hijo la lleva a su máximo esplendor, y el nieto la hunde".
Según estudios, sólo el 25% de estas empresas alcanza la segunda generación, y únicamente el 9% la tercera, lo que nos indica que los procesos de transición generacional son el Talón de Quiles de las empresas familiares.
Para hacernos una idea de en cuántas empresas están en cada nivel generacional en España, podemos observar el siguiente gráfico.
En cuanto al enfoque que en España se da al tema de la sucesión, os paso algunos datos:
- El 50% de las empresas no tiene definido un plan de sucesión.
- El 74% creer que hay un líder en la siguiente generación.
- El 74% de los miembros familiares incorporados a la empresa lo han hecho sin requisitos previos.
La prolongación de la Empresa Familiar es un proceso complicado en el que intervienen muchos ingredientes, y no todos ellos están claros. La capacidad emprendedora de la próxima generación, el desarrollo de instrumentos de gestión apropiados, el establecimiento de mecanismos de resolución de conflictos y el protocolo familiar, aparecen como elementos clave para la preparación de la sucesión.
No existe un criterio claro acerca de si solo deben heredar la empresa aquellos que trabajan en ella, aunque la opinión mayoritaria es que no es necesario trabajar en la empresa para poder heredar la propiedad.
Por ahora el tema se queda aquí, hasta una próxima entrada. Pero por lo pronto, al menos, vosotros deberíais (los que no lo hayáis hecho) ir
Como datos curiosos el 58,7% de los dirigentes de empresas familiares en España está convencido de la continuidad de su Empresa Familiar más allá de la tercera generación, siendo las empresas del sector de la construcción las más optimistas.
Un 73,6% de las empresas familiares no está de acuerdo o está poco de acuerdo en la incorporación de socios externos como vía de financiación externa.